viernes, 26 de junio de 2009

Sigmund Freud, la ciencia y la nariz de Emma.


Darwin, Marx y Freud han sido grandes hitos en la gran lucha del racionalismo contra la superstición ancestral que hacia al hombre verse a si mismo como centro del Universo, y lo que es peor, autónomo y libre.

Estos genios han demostrado que esa libertad era un espejismo, que actuamos según nos lo ordenan nuestros genes (esto no lo demostró Darwin pero abrió el camino), nuestra clase social, o nuestro subconsciente.
Soy consciente de que Marx y Freud han sido desprestigiados por la reacción por pequeñas insuficiencias en sus teorías, y alegando que estas no son científicas porque sus conceptos no son mensurables, y ahora la caverna lo intenta con Darwin aplicando la misma táctica.

La historia de Freud, Fliees y la nariz de Emma, nos muestra como un sabio supo ver la verdad oculta a través de las apariencias engañosas.

Sigmund Freud era un gran amante de la precisión numérica y quedó deslumbrado cuando conoció al Dr Wilhelm Fliess, otorrinolaringólogo y numerólogo.
Los conocimientos sobre narices de Fliess, eran extraordinarios. Escribió una monografía: Die Beziebungen zwischen Nase und weibliche Geschlechtsorganen in iber biologischen Bedeutungen dargestellt (Las relaciones entre la nariz y los órganos sexuales femeninos desde el punto de vista biológico).
Diagnosticaba problemas sexuales y neuróticos inspeccionando las narices y los trataba aplicando cocaína a los "puntos genitales" que encontraban en el interior de estas, y posteriormente operaba narices sin parar para curar todo tipo de enfermedades, de hecho trasteó varias veces la nariz de su amigo y discípulo Freud para curar ciertos problemas extranasales.
Pero las habilidades del Dr Fliess no acababan ahí ni mucho menos, como más destacó fue como numerólogo, Realizó el extraordinario descubrimiento de la teoría de los ciclos que se conoció con el nombre de bioritmo, y que Freud consideró como uno de los mayores avances en biología. Creía que todos los procesos de la vida se conforman con dos ciclos: uno masculino de 23 días y otro femenino de 28. Naturalmente la cuestión era mucho más compleja. Fliess escribió muchos libros y artículos sobre el tema y su obra magna de 584 páginas: "El decurso de la vida: Fundamentos de una biología exacta".

Durante una década Freud y Fliess que vivía en Berlin intercambiaron correspondencia. Se conservaban 284 de las que escribió Freud, en algunas de ellas se habla del caso de Emma Eckstein, una joven paciente de Freud, a la que no conseguía curar de grandes dolores de estómago a los que el psicoanalista consideraba síntomas histéricos, como tenía gran aprecio por la joven
Freud trajo a su amigo a Viena para extirpar el hueso nasal perturbador de la joven. Fliess volvió a Berlin después de la operación y Emma comenzó a sangrar. La hemorragia proseguía durante días y el intercambio de correspondencia de la que solo se conservan las cartas de Freud, porque este destruyó las de su amigo.
Cuando el psiquiatra vio a su paciente a las puertas de la muerte, recurrió a un cirujano que se había opuesto a la operación. Este abrió la nariz de Emma y saco medio metro de gasa que se encontraba enrollada en la cavidad nasal. Emma curó pero permaneció toda su vida con una grave deformidad de la nariz.
Freud escribió en principio a Fliess "Así que hemos cometido una injusticia con ella, la hemorragia no era anormal, más bien se debía a que un trozo de gasa yodada se rasgó mientras la retirabas, y permaneció allí durante 14 días, impidiendo la curación... Qué equivocado estaba cuando te insté a que operases en una ciudad extranjera en la que no podías seguir el caso hasta el final."

Sin embargo Freud cambió de opinión posteriormente y llegó a la conclusión, siguiendo el método científico, que la hemorragia fue completamente histérica y dimanaba del deseo de la joven de ser amada. Esta había sido la opinión de Fliess que naturalmente las relacionaba con los ciclos de 23 y 28 días.

En las cartas que guardaba Anna Freud, su padre habla a Fliess de su "explicación completamente sorprendente de las hemorragias de Eckstein, que te dará mucho placer...Tenías razón en que los episodios episodios hemorrágicos eran histéricos, ocasionados por un deseo intenso, y probablemente tenían lugar en los momentos trascendentes sexualmente (la mujer, a causa de la resistencia, no me ha ofrecido aún las fechas)." Estas fechas trascendentes, se refieren naturalmente a la numerolgia de Fliess."Por lo que se refiere a la sangre estás completamente libre de culpa"

Estas anécdotas de la vida cotidiana nos dicen más de la dedicación a la racionalidad de estos genios que sus grandes obras. Freud en "El porvenir de una ilusión"contrapone su objetividad científica a las fantasías religiosas y llevaba razón, el siempre se destacó por esa objetividad.


Fuentes: "La nueva era" y "La ciencia. Lo bueno, lo malo y lo falso"
Martin Gardner

2 comentarios:

Armando Leonel Silverio dijo...

El Asombroso James Randi no ha dado con esta beta, Pepe, donde los verdaderos fraudes disfrazados de racionalismo puro y duro engañan millones de racionalistas puros y duros. Lo descojonante es la manera en que esta masa de sesudos genios materialistas se ha ensañado contra cualquier corriente equilibrada que de un nuevo sentido al pensamiento occidental. Aun no lo entienden, amigo mío, creen que desarmando el televisor encontraran lo que exterioriza la pantalla.

Leo dijo...

Muy bueno. Algunos grandes nombres, quedan bastante empequeñecidos cuando se escarba un poco.

Saludos.