sábado, 27 de marzo de 2010

Rendición preventiva.




Francisco Ayala recibe el millonario premio Templeton

La Fundación Templeton ha sido acusada de presentar una parcialidad política hacia el conservadurismo.[4] Otra línea de críticas es la proveniente de algunos sectores de la comunidad científica que acusan a la fundación de confundir investigación científica con creencia religiosa. Así, el biólogo Richard Dawkins que en su libro El espejismo de Dios se refiere al mismo como "una enorme suma de dinero otorgada [...] generalmente a un científico dispuesto a decir algo agradable sobre la religión". (wikipedia)

Ayala jamás ha dicho nada agradable sobre la religión. Es cierto que no lucha activamente como Dawkins contra esta porque piensa que no es útil demasiada agresividad. Su fanatismo darwinista le lleva a afirmaciones ridículas como que Dios ama más a los pulpos y calamares que a los hombres porque el ojo de estos no tiene punto ciego como el nuestro. No hay nada bien diseñado en el cuerpo humano, afirma el sujeto, pero no nos dice como lo habría hecho él.
Afirma que la evolución darwinista es compatible con Dios y la religión pero no con el diseño inteligente.

Teólogo profesional (fue fraile en su juventud), este trilero intelectual no explica que si Dios lo ha hecho todo mal, da igual que sea de un modo darwinista o con un "programa vida". Si le suponemos omnisciencia como es obligatorio, esto es así. Con este burdo truco lleva años ganando fama de filosofo de la ciencia y llenándose los bolsillos. El permanente ataque al DI nos muestra donde les duele de verdad a estos predicadores. El avance de la ciencia se impone.

La Fundación Templeton se ha rendido preventivamente. Agradece que Ayala diga que la religión darwinista y las tradicionales son compatibles. Que no proteste cuando se nombre a un prestigioso científico como como Collins director del NIH porque no es ateo, como hicieron Dawkins, Pinker y otros.

Ahora protestan porque el anuncio del premio se ha hecho desde la Academia Nacional de Ciencias.


El premio ha sido acogido con regocijo desde las Páginas de predicadores ateos, como el naturalista revolucionario. Según este sujeto, el premio certifica el ocaso del DI


Lo que creo que queda muy claro tras esta noticia y sus reacciones es que el darwinismo no tiene nada que ver con la ciencia, es solo una excusa para la imposición del ateismo. Los darwinistas se pasaron en bloque a la Teodicea, visto que en debate biológico les va muy mal.

sábado, 20 de marzo de 2010

La ciencia y sus payasos.



En esta Página me he reído a gusto de las chifladuras de los darwinistas. En la penúltima entrada de la estupidez de muy ilustres predicadores. Para ver la locura y ridiculez de estos sujetos solo hay que mostrar sus discursos. La carcajada es inevitable.
Viene esto a cuento, porque los predicadores darwinistas también procuran dejar en ridículo a sus adversarios, pero estos pobres diablos de "La ciencia y sus demonios", no tienen al parecer nada de lo que reírse y tienen que inventarse lo que ellos desearían oír de los contrarios a la fe darwinista, y estos pajilleros fabrican un "hombre de paja" a su medida, para poder atacarlo sin problemas.
¿No han encontrado nada en toda la red? ¡Pobrecillos! Tienen que inventar un monstruo para poder mostrar sus habilidades, como niños con sus espaditas de madera ante el dragón imaginario ¡Cuanto infantilismo el de estos estos sujetos¡ Algunos de ellos doctores cincuentones.
La ciencia y sus payasos.
¡Que se diviertan con sus juegos, yo lo he hecho!

lunes, 15 de marzo de 2010

Basura dogmática para fanáticos



El hecho de que una teoría tan vaga, tan insuficientemente demostrable, tan ajena a los criterios que suelen aplicarse en las ciencias empíricas, se haya convertido en un dogma no es explicable, si no es con argumentos sociológicos.

Von Bertalanffy


El darwinismo nunca ha sido ciencia, solo cientifismo.

cientifismo.

1. m. cientificismo.

1. m. Doctrina según la cual los métodos científicos deben extenderse a todos los dominios de la vida intelectual y moral sin excepción.
2. m. Teoría según la cual los únicos conocimientos válidos son los que se adquieren mediante las ciencias positivas.
3. m. Confianza plena en los principios y resultados de la investigación científica, y práctica rigurosa de sus métodos.
4. m. Tendencia a dar excesivo valor a las nociones científicas o pretendidamente científicas.

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Comenzó como una especulación vaga y en principio razonable dentro de una filosofía materialista cuando la biología poco podía decir sobre los mecanismos de la vida. Cada nuevo descubrimiento ha ido haciendo más y más inverosímil la doctrina darwinista, hasta llegar a los niveles de ridículo actuales en los que el avance de la ciencia nos muestra el absurdo con claridad.

La complejidad del proceso vida, (pueden estudiarse las posibilidades de los infinitos milagros que exige y resultan ridículas), el ritmo evolutivo incompatible con los mecanismos darwinistas (el gradualismo es la única predicción del neodarwinismo, afirmaba Popper), la aparición de complejísimas estructuras cuya función solo sería útil mucho después con una generalización de la preadactación, la evolución por pérdida de contenido o función genética y otras muchas razones que no voy a explicar aquí, aunque se trata en otras entradas del blog así como las contradicciones lógicas que exige, convierten la doctrina en un festival del absurdo y sin embargo sigue siendo ciencia oficial y aceptada ¿Como es posible esto?

Tras el dominio secular de la religión como explicación de los fenómenos del universo, la ciencia avanzó no sin problemas con la religión, pero en general siendo compatible. Newton, Kepler etc... lo demuestran.

En el siglo XIX comienza a aparecer el cientifismo, la ideología que pretende extender las explicaciones científicas a todos los ámbitos como una solución global de los problemas humanos.

El marxismo es ejemplo paradigmático. Se habían descubierto y analizado científicamente los problemas de las sociedades humanas y se propone solucionarlos desde una perspectiva materialista.. Hoy nos llama la atención, que innumerables intelectuales de gran valía aceptaran durante más de un siglo los dogmas del materialismo científico marxista a pesar de Stalin y tantas evidencias de la locura científica-marxista.

El cientifismo es hoy darwinismo . Piensan los doctrinarios que saben como apareció y evolucionó la vida y como funciona y que solo quedan por determinar los detalles, pero eso es una ilusión desbocada. Que afirmen que saben lo que ignoran parece deberse a una necesidad psicológica de seguridad que necesitan los materialistas. No soportan la incertidumbre. Solo desde Darwin era posible ser un ateo intelectualmente satisfecho, como afirmaba Dawkins, porque el azar y la reproducción diferencial podían podían explicar la vida y su evolución. Pero no es así.

El cientifismo darwinista se ha convertido en una religión atea fanatizada, ya saben todo lo que hay que saber:
el significado de la vida, quienes somos y de dónde venimos.

La primera página del famoso libro de Dawkins "El gen egoísta" nos lo muestra con claridad: son, y pretenden que seamos todos lerdos robots, robots que saben todo lo importante.

lunes, 1 de marzo de 2010

Argumentos y consideraciones incontestables contra el diseño.



Los argumentos contra el diseño inteligente, son muy numerosos y no hacen sino aumentar día a día. Me voy a referir en principio solo a los expuestos por autoridades académicas reconocidas porque si nos extendemos a las expuestas en foros de internet serían infinitas.



Comencemos con Francisco Ayala que fue Presidente de la American Asociación for the Advancement of Science ante el comentario inteligente de un entrevistador.



El diseño inteligente presupone que estamos demasiado bien hechos como para ser fruto de mutaciones azarosas y de la selección natural. Sin embargo, como suele decirse irónicamente, hasta un urbanista humano consideraría un disparate colocar un vertedero (la cloaca) junto a un parque de atracciones (los genitales).

(No sé lo que dirán los sodomitas y mereceria la pena saber dónde lo colocaría este sujeto).


Responde entre otras cosas:


Si estudias al detalle el organismo humano, no hay nada que esté bien diseñado.

Y


Nuestro ojo tiene un punto ciego porque el nervio se forma dentro de él, y no por fuera. Los calamares y los pulpos tienen un ojo complejo, muy parecido al nuestro, pero sin el punto ciego, porque el nervio se forma por fuera de la retina, lo cual demuestra, evidentemente, que Dios quiere a los pulpos y los calamares mucho más que a nosotros.


Este gran científico recurre al cariño de Dios por los calmares y nos muestra nuestro poco inteligente punto ciego por el que tanto sufrimos. Ante ante estos argumentos no hay respuesta.




Y qué contestar a Don Eustoquio, cuando afirma:


Si en nuestro Sistema Solar los planetas tuviesen otras características más propicias para el desarrollo de la vida, los seres vivos podrían haber prosperado más rápidamente, y podría haber un régimen distinto de evolución y extinciones. Tampoco parece que sea un diseño perfecto el enorme derroche de espacio en el universo y que tengamos que hacinarnos en la Tierra tantos millones de personas.

D.Eustoquio el hacinado tiene razón. ¿Por qué este enorme derroche de espacio?



La simplicidad de la mayor parte del universo y el derroche de espacio quedan claramente en evidencia considerando su proporción de elementos químicos. Los átomos existentes en el universo conocido son casi exclusivamente hidrógeno y helio, los dos más simples. Por cada millón de átomos de hidrógeno existen 160.000 átomos de helio, 700 de oxígeno, 600 de neón, 300 de carbono, 100 de nitrógeno, 30 de silicio, 30 de magnesio, 20 de azufre, 10 de hierro, 5 de argón, 2 de aluminio, 2 de sodio, 2 de calcio y menos de uno de todos los demás elementos (Bresch, 1989). ¿Por qué un diseñador inteligente y todopoderoso haría esta repartición de átomos?


Eso es incostestable. Demasiado helio y espacio desperdiciado para cualquier persona sensible.



Y qué decir a las consideraciones del Presidente de La Sociedad Española de Biología Evolutiva, D. Manuel Soler. No se puede permitir ese desembarco. Es lógica la absoluta censura por el riesgo de "infección por la duda", algo inadmisible en la ciencia.



Es cierto, no tenemos contestación a los argumentos y consideraciones de tan destacados darwinistas, tendríamos que parar de reír y estudiar Teodicea, como ellos.