martes, 24 de febrero de 2009

Un programa metafísico frustrado

Popper tenía en estima al darwinismo, aunque no podía considerarlo científico por su escaso valor predictivo, lo consideraba positivo como "programa metafísico de investigación" porque algo predecía. Si los mecanismos darwinianos producían la evolución esta debería ser gradual, pasito a pasito, el "natura non facit saltum" de Darwin.

Predice que si una tal evolución (darwinista) se da, sera gradual.

La gradualidad es así, desde un punto de vista lógico, la predicción central de la teoría. (A mi parecer es la única predicción)

Karl Popper


Hoy el programa metafísico está agotado. El avance del conocimiento ha desvelado que los grandes cambios evolutivos son bruscos, nada graduales. La Explosión Cámbrica con la aparición de todos los phyla animales en un instante geológico sin antecedentes fósiles divergentes, es exactamente lo contrario a lo que predice la teoría, pero no solo la explosión, la aparición de todos los taxones superiores (los grandes cambios evolutivos) siempre es brusca.

Ayala, el mismo que asegura ahora que el neodarwinismo está más demostrado que la teoría heliocéntrica, escribía hace años a propósito de esto:

Los orígenes evolutivos de los taxones superiores son poco conocidos. La posibilidad de que las brechas tengan como causa la extinción de intermedios se convierte cada vez en más inverosímil.

La mayor parte de de los órdenes, clases y filos aparecen de repente y normalmente con todos los caracteres que las distinguen.

Estamos obligados a concluir que la mayor parte de los taxones realmente nuevos que aparecen repentinamente debieron de hecho de originarse repentinamente
.


Si la única predicción del programa metafísico de investigación resulta falsada de forma tan contundente, que casi podemos afirmar que parece existir alguna una ley natural que exige que los cambios evolutivos sean más rápidos cuanto más grandes, la reacción de los doctrinarios, no puede ser otra que la que ha sido: la ocultación de datos, el griterío, el abandono de la biología, las amenazas o el paso a la teodicea, eso sí proclamándose muy, muy científicos.

lunes, 23 de febrero de 2009

Mala metafísica


Quisiera ofrecer ahora algunas razones de por qué considero al darwinismo como metafísico y como un programa de investigación.


Es metafísico porque no es contrastable. Podría pensarse que lo es. El darwinismo parece afirmar que si alguna vez en algún planeta encontramos vida que satisfaga las condiciones a) herencia b) variación, entonces entrará en juego c) selección natural y producirá, con el tiempo, una rica variedad de formas distintas. Sin embargo el darwinismo no afirma tanto como eso. Pues supóngase que se encuentra vida en Marte, y que consta exactamente de de tres especies de bacterias con un equipo genético similar al de tres especies terrestres ¿Queda refutado el darwinismo? En modo alguno. Diremos entonces que esas tres especies eran las únicas entre las muchas formas mutantes que estuvieron suficientemente bien ajustadas para sobrevivir. Y diremos lo mismo si solamente hay una especie (o ninguna). Así pues el darwinismo no predice realmente la evolución de la variedad y por tanto no puede explicarla.[...]
Creo que he considerado la teoría darwinista casi en su mejor aspecto -casi en su forma más contrastable. Uno podría decir que ella "casi predice " una gran variedad de formas de vida. En otros terrenos su poder predictivo o explicativo es aún más decepcionante.


Karl Popper. Búsqueda sin término.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Entrevista a Conway-Morris en Desde el Exilio.



Cuando los fanáticos darwinistas afirman que los disidentes son dos y medio, en cierto modo tienen razón, son muy pocos los que se atreven a ridiculizar las fantasías de la doctrina, pero eso va cambiando, si leemos la entrevista a Simon Conway-Morris vemos que el paleontólogo británico, protagonista de la hazaña que supuso el estudio de la fauna de Burgess Shale y que Gould relata en "La vida maravillosa", se ríe con descaro de los neodarwinistas. El famoso profesor de Cambridge, el más prestigioso paleontólogo del mundo puede permitírselo, en apariencia sigue siendo ortodoxo, pero sus palabras lo desmienten.

Qué divertido, ver cómo las ideas de muchos neodarwinistas entregados a un estéril reduccionismo demuestran ser sólo ensueños. No es extraño que estén tan obsesionados con el mecanicismo darwiniano y tan poco dispuestos a considerar las implicaciones de hallarse a sí mismos en un universo que, misteriosamente, tiene sentido. Ejem.


Aunque no se reconoce ampliamente, buena parte de los fundamentos necesarios se consiguieron mucho antes de que evolucionasen los propios animales. En el caso de los músculos, por ejemplo, el que la actina y la miosina evolucionaran miles de millones de años antes que el primer animal me sugiere que no debería sorprendernos demasiado que emergiese un motor celular que llamamos músculo.


No se reconoce ampliamente porque los darwinistas esconden la cabeza como el avestruz, lo cierto es que la información genética sustantiva es previa a la evolución, el ejemplo de Conway-Morris de la miosina y la actina para músculos que aparecerán mil millones de años después es claro. La evolución es el ensamblaje de estructuras existentes desde el principio. No hay la menor respuesta para el problema que supone la aparición de estos enormes bloques de información genética para actuar en el lejano futuro.

Lo que sí sabemos es que estructuras biológicas muy complejas pueden ensamblarse con notable facilidad, así que olvide la idea de que la evolución es una suerte de penoso esfuerzo desde lo terriblemente simple hacia lo sorprendentemente complejo: aun en el punto de inicio las cosas son ya notablemente complejas.


No, la evolución no es un avance de lo simple a lo complejo. "El programa vida" es complejo desde el principio hasta hoy, en nada ha aumentado su complejidad, solo en la apariencia y el tamaño, la información estaba ahí siempre dispuesta a desplegarse, como el zigoto no es menos complejo que el adulto que llega a ser.
Esperemos que el profesor Conway-Morris siga durante muchos años contaminando con sus ideas a la élite de la paleontogía.

sábado, 14 de febrero de 2009

Ayala, teólogo, predicador y diseñador alternativo.




La entrevista a F Ayala en El Correo es muy ilustrativa del grado de confusión, estupidez y temor de los predicadores darwinistas.
Un biólogo que diserta sobre teología y sociología sería visto en otros tiempos como algo raro, pero hoy las cosas están así, todos lo hacen, han olvidado la biología.

Ayala ejerce de poli bueno, de los que no se oponen en principio a que pueda haber personas que disientan de la religión darwinista, no como Dawkins o Dennett, partidarios de de medidas más drásticas.

Afirma el ilustre profesor que la teoría neodarwinista está más comprobada que la teoría heliocentrica que dice que la Tierra gira al rededor del Sol (no tan comprobada, más, más comprobada) y que solo hay dos científicos que disientan. Claro que si esto es así, estan totalmente paranoicos, estos tipos no hablan de otra cosa, se pasan la vida con este tema.
Lo cierto es que hay miles de científicos que comienzan a ver el absurdo de la doctrina darwinista y hay que atemorizarlos, o al menos mantenerlos callados el mayor tiempo posible, y se dedican a ello con saña. La película Expelled: No Intelligence Allowed, nos muestra algunos ejemplos de como se las gastan, expulsando de Universidades a los disidentes, aunque se trate de un astrofísico competente, sin relación académica con la biología evolutiva.

Verlos en sus predicaciones produce una extraña sensación mezcla de estupor y divertimento al comprobar que es cierto, que andan como pollos sin cabeza. Nada mejor que esta pregunta y respuesta para comprobarlo:

El diseño inteligente presupone que estamos demasiado bien hechos como para ser fruto de mutaciones azarosas y de la selección natural. Sin embargo, como suele decirse irónicamente, hasta un urbanista humano consideraría un disparate colocar un vertedero (la cloaca) junto a un parque de atracciones (los genitales).


Si estudias al detalle el organismo humano, no hay nada que esté bien diseñado. Un ejemplo menos dramático: nuestra mandíbula no es suficientemente grande para todos los dientes y, por eso, nos tienen que sacar la muela del juicio y, frecuentemente, enderezar las otras piezas. Un ingeniero que hubiera diseñado la mandíbula humana habría sido despedido al día siguiente. Y lo mismo pasa con el resto. Nuestro ojo tiene un punto ciego porque el nervio se forma dentro de él, y no por fuera. Los calamares y los pulpos tienen un ojo complejo, muy parecido al nuestro, pero sin el punto ciego, porque el nervio se forma por fuera de la retina, lo cual demuestra, evidentemente, que Dios quiere a los pulpos y los calamares mucho más que a nosotros.


Este perturbado teólogo es capaz de disertar sobre el amor de Dios por los calamares, y que todo está muy mal, pero el tipo no indica donde hubiera colocado el ano, y así nos quedamos intrigados ¿Quizá en la frente? Si no muestra sus diseños alternativos no podremos apreciar toda su inmensa sabiduría.

viernes, 6 de febrero de 2009

Sampedro rellenando a Darwin, un bufón en la Corte de los milagros




Entre los innumerables artículos a propósito del aniversario de Darwin voy a comentar algo sobre el de Javier Sampedro en El País.
Tengo debilidad por Sampedro, al contrario que tantos filósofos, periodistas e intelectuales varios que pontifican sobre evolución sin tener la menor idea del tema, Sampedro lo domina, se dedicó durante muchos años a la investigación genética y según propia confesión, y esto es lo que más me impresiona de él, dejó de ser darwinista por grises y aburridas razones científicas y su alegación por la pérdida de la fe, es toda una confesión de su incomoda posición.


"Yo era un darwinista ortodoxo y convencido, y ahora he dejado de serlo ¿Qué objetivos ocultos han guiado mi pérdida de fe? Era entonces y sigo siendo un correoso ateo, un izquierdista moderado y un amante del jazz. Darwin sigue siendo un modelo intelectual para mi, y sigo valorando el darwinismo como lo que es: un sólido argumento matemático para compatibilizar la naturaleza discreta del gen con el gradualismo darwiniano. ¿Cuáles son entonces mis objetivos ocultos? Mi fe en el darwinismo se ha disipado por las más grises, planas y aburridas razones científicas"


Tener que explicar que no hay razones ocultas (Sampedro recuerda la acusación del psicópata Dennett a Gould de tener un programa oculto por algunas críticas moderadas al darwinismo) y repetir a cada ocasión que se presenta que sigue siendo ateo, es algo que conmueve a cualquier observador externo ¡Lo que sufren los disidentes!
Al pobre Javier se le ponen los pelos de punta con solo imaginar que puede ser confundido con un creacionista ¡Soy ateo, soy ateo, no disparen!

El artículo es un sí pero no, un ejercicio de equilibrismo sobre el alambre.
La bola de nieve planetaria que algunos científicos -pocos- postulan es una hipótesis muy poco verosímil, y de ningún modo explica la explosión cámbrica. Al menos reconoce el problema teórico que supone la explosión, algo poco habitual:
"el problema estrella de la biología evolutiva: la explosión cámbrica, la gran dificultad que atormentó a Darwin hace un siglo y medio."

Atormentó es una palabra demasiado fuerte, Darwin se liberó del tormento suponiendo que esta era un artefacto del registro fósil y para él era indudable la existencia del crustáceo precambrico que nunca existió. Los atormentados serían los actuales darwinistas tras ciento cincuenta años sin crustáceo, yo los veo crispados pero no por este tema.

Sampedro menciona otros temas como el conflicto intragenómico, o la duplicación de genes para intentar completar a Darwin.
A las inagotables metáforas del darwinismo para explicar lo inexplicable, se ha añadido una nueva: la hipótesis del "bufón de corte". Según afirman estos darwinistas, los bufones no cambiaban jamás su numerito si no eran forzados a ello por una catástrofe. Así la evolución no se produce si no hay grandes cambios ambientales, como Sampedro no evoluciona y permanece en el limbo del darwinismo sin fe, en ese equilibrio inestable pero persistente, completando o rellenando a Darwin como bufón de la Corte de los milagros. Los imposibles e innumerables milagros que exige la fantasíosa doctrina darwinista.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Darwin y el crustáceo imaginado





Charles Darwin, en su visita a Madagascar, contemplando diversas especies de orquídeas, observó que una de ellas tenía un largo tubo de casi 30 cm protegiendo el néctar. Darwin predijo que debería existir algún pájaro de largo pico o insecto con larga prosbóscide que alcanzaría el néctar, como había una especie con el tamaño adecuado para cada orquídea. Muchos años después se encontró la mariposa que se alimentaba de la orquídea, la Xanthopan morgani praedicta. con su largo apéndice para alcanzar el néctar.
La predicción de Darwin no implicaba de ningún pensamiento evolutivo, podría haber sido hecha por un fixista o lamarckiano.

Otro caso muy distinto sería la predicción de Darwin sobre el crustáceo precámbrico, realizada en el capítulo X del Origen: De la imperfección del archivo geológico, en la sección titulada:Sobre la aparición súbita de grupos de especies afines en los estratos fosilíferos más inferiores que se conocen.

Es indudable que todos los trilobites cámbricos y silúricos descienden de algún crustáceo que debió vivir mucho antes de la edad cámbrica y que probablemente difirió mucho de todos los animales conocidos.


Esta predicción sobre la existencia del crustáceo es muy distinta que la anterior, implica la posibilidad de falsación o confirmación de la teoría o al menos de algunos de sus aspectos.
Tras ciento cincuenta años de laboriosa búsqueda, el crustáceo no ha aparecido, muy al contrario, hoy es claro que la Explosión Cámbrica con la aparición de todos los phyla animales es más rápida de lo que podían haber soñado los darwinistas en sus peores pesadillas, sin un crustáceo precámbrico que echarse a la boca.
Tanto es así que estos se han olvidado del Crustáceo Predicto y lo han cambiado por un ser teórico al que llamamos Urbilateria. Este ente de ficción en creen los darwinistas y un servidor, es muy útil, algo así como un Superman que permite mantener las ilusiones darwinistas, pero lleva a otras dificultades insuperables para la doctrina, aunque esa es otra historia, eso sí, casi tan triste como la del crustáceo de Darwin anunciado y nunca encontrado.

domingo, 1 de febrero de 2009

El darwinismo, un materialismo mágico.



Esta definición de la teoría se encuentra escondida en el libro de Gould "La estructura de la teoría de la evolución" Un tocho de más de mil quinientas páginas. No es fácil encontrar definiciones, el darwinismo permanece agazapado y a la defensiva y no tiene deseos de mostrar claramente la doctrina, porque por mucho que griten ellos saben en el fondo, al menos los más informados, que sus explicaciones son ridículas.

"La formulación básica- el esqueleto- de la selección natural es un argumento de una simplicidad desarmante, basado en tres hechos innegables (sobreproducción de descendencia, variación y heredabilidad) y una inferencia silogística: la selección natural, o la afirmación de que los organismos con más éxito reproductivo serán, en promedio, las variantes que por azar, resulten estar mejor adaptadas a los entornos cambiantes, los cuales, por herencia, trasferirán a sus descendientes sus rasgos favorecidos"
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Todos ustedes saben lo que es un rasgo favorecido: que favorece al sujeto evolutivo. La trompa y la piel gruesa favorecen al elefante, y el esqueleto y el cerebro también lo son. Los tentáculos del pulpo seguramente le favorecen, y sus fabulosos ojos. A la bacteria primigenia no le favorecerían ninguno de estos rasgos.
En realidad el darwinismo se limita a repetir mantras y formulas mágicas para "explicar" la evolución de órganos complejos, para explicar cualquier hecho evolutivo.

La formula "rasgos favorecidos" de Gould es mejor que otras; cuando el pequeño mamífero precursor del murciélago tenía cuatro patas, estas patas eran rasgos favorecidos, y cuando algunos de estos comenzaron a trocar sus patas delanteras por apéndices prealados, sin duda estos proyectos de alas productos de los errores en la copia del genoma, eran rasgos favorecidos durante el largo trayecto evolutivo, como se vería en el futuro. Y las patas delanteras de los que no emprendieron el proyecto volador también eran buenos rasgos favorecidos. Las azarosas prealas se unieron a otros múltiples cambios azarosos en la morfología, musculatura y otros aspectos del bicho para que en el futuro las alas sean funcionales. Un número muy elevado de milagros, que siempre se explica dándole tiempo al tiempo.

Las explicaciones darwinistas de la evolución son pura magia: la supervivencia de los más aptos, siendo los más aptos los que sobreviven o la reproducción diferencial, siendo los que más se reproducen los que más se reproducen, ni la trasferencia de los "rasgos favorecidos" tienen la más mínima relación lógica con lo que sería una explicación del hecho evolutivo, desde la materia inerte a la célula, y desde esta al elefante.

Las ciencias biológicas que avanzan a pesar del darwinismo que pretende encorsetarlas nos muestran cada día lo alejada que la realidad está de las fantasías darwinistas.

La genética nos muestra que la información genética sustantiva es previa a la evolución, aparecida en enormes bloques informativos para actuar en un futuro lejano.

La paleontología nos enseña que los grandes cambios evolutivos, la verdadera evolución, son más rápidos cuanto más grandes sean estos: lo contrario exactamente de lo que predice el darwinismo.

Todos estos hechos no afectan a la filosofía darwinista que podría ser definida como un materialismo mágico.