martes, 30 de diciembre de 2008

¿Radicales libres?

Se titula Radicales Libres, es un blog que está dentro de la Red Liberal y aunque allí se habla habitualmente de política, últimamente toca temas evolutivos, sin duda los dueños del blog se consideran liberales y partidarios de la libertad. Es posible que se consideren radicales en defensa de la verdad, caiga quien caiga, pero ¡Ay! Son darwinistas y eso es incompatible con el debate libre y con la búsqueda de la verdad, como afirma un conspicuo darwinista: si está a favor del debate es creacionista.
Estos chicos son capaces de discutir con implacables adversarios políticos pero ante la menor discrepancia con el darwinismo implantan la más feroz censura. Con la religión darwinista no se juega, eso es superior a sus fuerzas.
Lo peor es que practican un despreciable juego sucio, los Libres te dejan una primera intervención y cuando otros te replican te amordazan y así cualquiera verá que te has tenido que callar ante estos listillos. Ya lo han hecho un par de veces.
Es seguro que la religión darwinista, tan destructiva, saca lo peor que hay en ellos, nunca en otros temas tendrían un comportamiento tan indigno. La miseria del darwinismo.

El radical no publica los post censurados pero publica esto que he escrito arriba como prueba de su liberalismo. Lo censurado es porque no admite argumentaciones sofistas, según dice, pero alegar como yo hacía que no han aparecido los crustáceos precámbricos que predecía Darwin, no es una argumentación "sofista", es un dato comprobable.
En fin, una absoluta desvergüenza.

Los enlaces de Radicales intentan ser una réplica a Pío Moa, este por cierto, recurre a la frase que Macbeth pronuncia antes de morir como resumen de la explicación darwinista de la vida:
La vida es un cuento relatado por un idiota, lleno de ruido y furia que no significa nada. Eso mismo escribía en este blog hace unos tres meses. Pensaba que era una idea original, pero es posible que otros la hayan expuesto antes, o que sea un lugar común y yo lo haya leído y no lo recuerde conscientemente, o que a Moa se le haya ocurrido de forma independiente, a veces pasan estas cosas.
Si algún lector ocasional recuerda haber leído algo similar, le ruego que me indique donde.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Fe y mala fe darwinista.



Quizá llegue un día en donde todos los experimentos químicos razonables realizados para descubrir un origen probable de la vida hayan fracasado inequívocamente. Nuevas pruebas geológicas pueden indicar una aparición súbita de la vida en la Tierra. Por último, quizás hayamos explorado el universo sin encontrar rastros de vida, ni procesos que conduzcan a la vida, en ninguna parte. En tal caso, algunos científicos pueden optar por volcarse en la religión en busca de una respuesta. Pero otros, entre ellos yo, procuraríamos revisar las improbables explicaciones científicas sobrevivientes con la esperanza de escoger una que fuera mas probable que las demás.
Origins: A skeptic´s guide to the creation of life on Earth. Robert Shapiro

Los experimentos químicos razonables posiblemente ya han sido realizados. Shapiro, uno de los pocos científicos ortodoxos que se ha enfrentado de verdad al problema que supone la aparición de la vida, se da unos millones de años de tregua para explorar el universo y no encontrar vida en ninguna parte, (si la encontrásemos no sé en que cambiaría el problema) en tal caso él no se rendiría, de hecho es un luchador que ante la evidencia del diseño inteligente, se agarra a que la imposibilidad absoluta no existe y que siempre puede haber una posibilidad infinitesimal del milagro del azar. Fe, eso se llama fe y Shapiro y los darwinistas la tienen. También la mala fe, porque rendirse a la evidencia del diseño inteligente, ver que no es posible la aparición y evolución de la vida por azar, y llamar a eso volcarse en la religión, aunque él mismo conceda antes que esa sería la hipótesis más probable.
Entender la fe darwinista y la mala fe que genera, es una tarea imprescindible.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

El extraño darwinismo de Lynn Margulis.






La explicación darwiniana sobre la totalidad de la evolución es una verdad a medias, cuya carencia de poder explicativo solo puede ser compensada con la ferocidad religiosa de su retórica. Aun cuando las mutaciones aleatorias hayan alterado el decurso de la evolución, su influencia se debe principalmente a la pérdida, a la alteración y al refinamiento. Una mutación puede conferir resistencia a la malaria, pero también puede convertir a los glóbulos rojos sanos en deficientes transportadores de oxígeno de la anemia falciforme. Otra mutación convierte a un espléndido recién nacido en víctima de la fibrosis quística, o de una diabetes prematura. Es una mutación la que impide volar a la mosca de la fruta de ojos rojos. Sin embargo, ninguna mutación ha conseguido que aparezcan alas, que nazca un fruto, que brote un tallo o que surja una uña. En general, las mutaciones tienden pues a generar enfermedades, deficiencias o muerte. No existe en toda la vasta literatura sobre el cambio hereditario, prueba alguna que demuestre de forma indiscutible que ni siquiera en el caso de las poblaciones geográficamente aisladas, la mutación de nuevas especies.
Captando genomas. Lynn Margulis


Si Lynn Margulis se viese citada en un sitio como este, sin duda le molestaría, ella siempre se ha declarado darwinista. Soy darwinista pero no neodawinista repite, y soy darwinista en cuanto que Darwin es lamarckista.

Estas afirmaciones de Margulis no tienen el menor sentido, el neodarwinismo es una respuesta imprescindible a la aparición de la genética mendeliana que era ignorada en tiempos de Darwin, sin neodarwinismo hoy no puede haber darwinismo.

La cita de Margulis es una andanada certera a la linea de flotación del darwinismo, con estos darwinistas sobramos los anti. Solo habría que ver por qué se empeña en seguir considerándose darwinista a pesar de todo.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Montserrat Nebrera y los inquisidores.




A cuenta de una noticia falsa sobre el avance del creacionismo en Rumanía, las huestes darwinistas comienzan su griterío. Eso es algo habitual, de vez en cuando necesitan excitarse mutuamente como los babuinos, un artículo de JM De Prada desató una histeria colectiva digna de estudio. Ahora la noticia no da mucho de sí, hasta el primer propalador reconoce su falsedad, pero si da lugar a comentarios por parte de Robredo el Naturalista Revolucionario que nos muestra la menguada lista de creacionistas patrios: César Vidal, Jose Javier Esparza, el oftalmólogo creacionista, Juan Manuel De Prada y Montserrat Nebrera.
Aunque creata interesado, no conozco las razones por las que el naturalista califica de creacionistas a algunas estas personas, pero hacer una lista de solo uno: Juan Manuel De Prada, el único del que conozco algún artículo antidarwinista, es algo patético, sobre todo cuando se advierte sin cesar de la gran amenaza que se nos acerca. Es posible que alguno de los mencionados haya hecho algún comentario indiscreto sobre Darwin que no lo explica todo, o algo similar.
Un comentarista impele al revolucionario a justificar la imputación de creacionismo a Montserrat Nebrera y este remite a este artículo sobre "2001 una Odisea en el espacio", eso es todo lo que tiene.
Las tortuosas mentes de los inquisidores materialistas-darwinistas, son un misterio para mi, pero tras leer el artículo me pregunto que lleva al Paleofriki y al Naturalista a incluir a Montserrat en la exclusiva lista y no puedo dejar de pensar que quizás la belleza y el encanto de Nebrera ha influido en la elección. Los solitarios sueños y pesadillas de granujientos inquisidores influyen en estas cuestiones. El creacionismo está demonizado en este país, e incluir aunque sea con calzador a Nebrera en la lista, la descalifica, ningún político que sea acusado de creacionista tiene el más mínimo porvenir.
A veces las cazas de brujas y las delaciones políticas tienen su origen en los sueños torturados de algún pajillero, así que cuidado con lo que se dice, cualquiera puede ser acusado de creacionista y eso tiene difícil remedio.

martes, 9 de diciembre de 2008

Los monos tecleadores y la horda darwinista

Decimos que estas alteraciones son accidentales, que tienen lugar al azar y que constituyen la única fuente posible de modificaciones del texto genético, único depositario a su vez de las estructuras hereditarias del organismo, se deduce necesariamente que solo el azar está en el origen de de toda novedad en la biósfera. El puro azar, el único azar, libertad absoluta pero ciega, en la raíz misma del prodigioso edificio de la evolución: esta noción central de la biología moderna no es ya hoy en día una hipótesis entre otras posibles o al menos concebibles. Es la sola concebible como única compatible con los hechos de observación y experiencia

"El azar y la necesidad"Jacques Monod






Hace una generación, o tal vez más, al pensamiento popular le hizo un flaco favor la difusión de la idea según la cual una horda de monos, a base de aporrear una máquina de escribir, podría llegar a producir finalmente las obras de Shakespeare. La idea es falsa, tanto que uno se pregunta cómo llegó a a extenderse en tal medida. A mi entender, la respuesta es que los científicos deseaban creer que cualquier cosa, incluso el origen de la vida, podía producirse gracias al azar, solo solo con que éste se manifestase a escala suficientemente amplia.
Este es el error obvio, ya que la totalidad del Universo observado por los astrónomos no sería, ni de lejos, lo bastante grande como para albergar la horda de monos necesaria para escribir una sola escena de una obra de Shakespeare, o para contener sus máquinas de escribir y, en todo caso, para dar cabida a las papeleras necesarias para tirar los volúmenes de disparates que podrían escribir los monos. Lo realmente notable es que sólo hay una forma posible de que el Universo diese lugar a las obras de Shakespeare: a través de la existencia de vida capaz de producir al propio Shakespeare.
A pesar de todo, la estructura de la biología ortodoxa aún sostiene que la vida se produjo gracias al azar. No obstante a medida que los bioquímicos profundizan en sus descubrimientos acerca de la tremenda complejidad de la vida, resulta evidente que las posibilidades de un origen accidental son tan pequeñas que deben descartarse por completo. La vida no puede haberse producido por casualidad.


El Universo inteligente. Fred Hoyle



La horda darwinista sigue tecleando millones de páginas para hacer tragar la bola al público desprevenido, pero cada vez más gente se rebela contra la desvergüenza cientifista y tira a la papelera esas estupideces.