lunes, 27 de octubre de 2008

La ciencia, el misticismo y los charlatanes



El naturalista revolucionario escribe a propósito de la imposibilidad de las teorías del todo, del sueño imposible de Laplace:
existen límites lógicos absolutos a la capacidad de cualquier método para adquirir conocimiento (incluyendo, obviamente, la ciencia humana) que produzca una teoría comprensiva sobre el mundo. Es decir, ninguna teoría del todo es realmente posible, diga adiós al demonio de Laplace, y por implicación, a la idea de determinismo.

Antes de que los pseudocientíficos, creacionistas, místicos y demás charlatanes empiecen a dar saltos de alegría declarando el fín de la ciencia, sin embargo, déjenme añadir lo siguiente. Primero, la ciencia sigue siendo de lejos la mejor (y tal vez la única) forma de comprender el mundo, y el hecho de que su poder sea limitado por las características de la mente humana, por las del universo físico y por las leyes de la lógica, es simplemente algo con lo que tenemos que vivir. Ninguna aproximación "alternativa" se ha acercado siquiera un poco a hacerlo mejor.



Como creacionista no he dado saltos de alegría, esas abstrusas disquisiciones, afectan a los fanáticos materialistas abducidos por el cientifismo, pero no a las personas con sentido común y los pies en la tierra, además creo que siempre exageran en sus conclusiones. Ya será menos.
La ciencia sigue siendo la mejor forma de comprender como funciona el mundo, los creacionistas estamos entusiasmados con los avances de la ciencia que nos muestran como la información genética sustantiva precede a la evolución y como un programa previo se despliega en el hecho evolutivo. Hace tiempo que los cientifistas materialistas tienen que estar escondiendo cada vez más cosas debajo de la alfombra y esta abulta ya mucho.

En cuanto al misticismo no solo no es incompatible con la ciencia sino que parece ser un acicate para los descubrimientos verdaderamente revolucionarios, Newton y Kepler no solo eran religiosos creacionistas y místicos, sino que escuchando la música de las esferas, la "Harmonia Mundi" avanzaron de forma decisiva hacia la verdad científica.


Pero no solo estos genios que alguien dirá que al fin y al cabo eran de otros tiempos, casi todos los físicos verdaderamente notables en el siglo veinte que revolucionaron la física, los verdaderos sabios, han tenido una vena mística, solo hay que leer a Planck, Heisenberg, Schrödinger, Pauli y tantos otros para verlo claro, un cierto misticismo está en la base del verdadero avance científico, porque para avanzar es imprescindible atisbar la inteligencia que hay detrás del Universo.

Estos materialistas ramplones, estos revolucionarios naturalistas solo atienden a lo más degradado de la ciencia que partiendo de Darwin, que alguna vez pudo ser científico, ha degenerado en una filosofía materialista-cientifista cuyos representantes actuales más conspicuos como pueden ser los predicadores Dennett o Dawkins, verdaderas caricaturas del filosofo y el científico, charlatanes tristes, obsesionados y fanáticos que pretenden cubrir con el respetable manto de la ciencia todas sus absurdas doctrinas y que se han establecido como censores y suponen un verdadero obstáculo al avance científico.

jueves, 23 de octubre de 2008

La sopa, pócima mágica del darwinismo.





Los creyentes darwinistas piensan que la vida se originó en la sopa templada primigenia. Hace mas de cincuenta años Miller y Urey realizaron "El Experimento", prepararon en sus matraces y retortas lo que ellos pensaron que eran los componentes de la atmósfera primitiva: metano, amoniaco, agua hidrógeno y monóxido de carbono y sometidos a corrientes de sesenta mil voltios aparecieron algunos aminoácidos, ahora aparecen más aminoácidos y parece que la sopa estaba caliente por los volcanes.
La sopa tiene poderes mágicos extraordinarios para la religión darwinista. La aparición de aminoacidos es casi una demostración de la generación espontánea en la que creen, un aminoácido es a una célula lo que un ladrillo al Palacio de Buckinghan, pero ellos son ingenuos y con gran fe, y aunque leyesen las consideraciones de Hoyle sobre la imposibilidad de la sopas de producir vida ellos seguirían creyendo, no necesitan pruebas sino esperanza, vagas promesas como las que las brujas dieron a Macbeth tras mirar la sopa ardiente.
Un "programa de investigación" propone el Naturalista, no ha habido tal durante los últimos cincuenta años ni habrá algo parecido, porque la mierda darwinista cuanto más se remueve más huele y lo correcto es invocar a la sopa solo en caso de extrema necesidad y procurar no nombrarla, pero el naturalista es un completo gilipollas que lo mismo recomienda un trato ético a las plantas que justifica el infanticidio, otros darwinistas disimulan mejor.

La campaña que promueve Dawkins a favor del ateísmo tiene el siguiente eslogan:
"Dios probablemente no existe, deje de preocuparse y disfrute de su vida"


Los darwinistas suelen ser personas en estado de permanente cabreo, predicadores y censores fanáticos y obsesivos, si se relajasen disfrutarían más pero es difícil, están muy preocupados con la mayoría de la población que no se traga sus cuentos y sus sopas, sobre todo los americanos. Como ya he comentado, el darwinismo es una religión destructiva, Dawkins, el amargado, afirma pretender abrir un debate y comienza con una campaña publicitaria. Deje de preocuparse y disfrute con el propio Dawkins el predicador.

jueves, 16 de octubre de 2008

La miserable verdad del darwinismo

Pues amarga la verdad
quiero echarla de la boca
y si el alma su hiel toca
esconderla es necedad
Quevedo




George Bernard Shaw: “El darwinismo proclamó que nuestra verdadera relación es de competidores y combatientes por la mera sobrevivencia, y que todo acto de compasión o lealtad al antiguo compañerismo es una vana y pícara alternativa para amenguar la severidad de la lucha y preservar variedades inferiores frente a los esfuerzos de la Naturaleza para extirparlas/ ... /cuando se predicaba la doctrina neodarwiniana yo no intentaba ocultar mi desdén intelectual hacia su ciega tosquedad y su superficialidad lógica, ni mi natural aborrecimiento de lo que tiene de asqueantemente inhumana/ .../porque la selección natural carece de significación moral: trata de la parte de la evolución que carece de propósito y de inteligencia y a la que mejor se le podría llamar selección accidental y, aún mejor, Selección No Natural, pues nada hay menos natural que un accidente. Si se pudiera demostrar que todo el Universo es producto de una selección así, sólo los tontos y los granujas podrían soportar la vida”.



El punto de vista según el cual la supervivencia lo es todo, deriva de la teoría de Darwin sobre la evolución biológica a través de la selección natural. Por muy desagradable que pueda parecer, ese es un capítulo abierto a todo tipo de oportunismos.
Siempre que pueda presentarse como verosímil que incluso la mentira y el asesinato pueden contribuir a la supervivencia -la nuestra como individuos o la de la comunidad en la que nos ha tocado vivir-, entonces la lógica ortodoxa nos obliga a adoptar esas prácticas, solo porque no hay más moralidad que la supervivencia.
Si tuviera que defender la ciencia ortodoxa de esta desagradable acusación, insistiría en que no se trata tanto de que la biología influya en el estado de la sociedad, sino más bien de que dicho estado controla el pensamiento de los biólogos
. Fred Hoyle.


Si la realidad fuese así tendríamos que aceptarla, pero no lo es. Lo que llama la atención es el inusitado entusiasmo con que la caterva de idiotas y granujas saludan esta supuesta verdad y las ruedas de molino que tienen que tragar para mantenerla, no solo es soportarla, les entusiasma, en el fondo lo que celebran es que todo es producto del azar, eso hace más soportable para su espíritu reptiliano la verdad que saben: son basura, pero se consuelan pensando que los demás somos como ellos.
Esa es la verdad psicológica del darwinismo que explica que personas que pueden parecer en principio razonables abracen con entusiasmo esas "verdades científicas". Es la miseria moral la que dirige su razonamiento.

Enlazo a Daniel que tan bien explica estas cuestiones.

domingo, 12 de octubre de 2008

JUICIO A DARWIN Phillip E. Johnson




Hace algún tiempo un lector me pidió consejo sobre libros que tratasen del Diseño Inteligente, y no le recomendé el libro de Phillip E Johnson "Juicio a Darwin" ¡Vaya olvido!
Johnson nos muestra la estafa intelectual que supone el darwinismo en el capitulo titulado: Las reglas de la ciencia. Hay otro sobre la religión darwinista.
Libro recomendable, escrito hace tiempo pero con modificaciones en las últimas ediciones, una de ellas este final del epílogo:
La evolución darwinista, con su tesis del relojero ciego, me hace pensar en un gran buque de guerra que navega por el océano de la realidad. Sus flancos fuertemente acorazados contra las críticas con barreras filosóficas, y con sus puentes repletos de fuerte artillería retórica, presta a disuadir a hipotéticos atacantes. En apariencia es tan inexpugnable como parecía serlo la Unión Soviética hace solo treinta años. Pero en la nave se ha abierto una vía de agua metafísica, y los más perspicaces entre los oficiales del barco han empezado a percatarse de que toda la potencia de fuego del navío no podrá salvarlo si no se tapona la vía. Se harán, que duda puede haber, esfuerzos heroicos para mantenerlo a flote, y entre los posibles salvadores habrá quienes inviten a los oficiales a refugiarse en botes salvavidas electrónicos, equipados con equipos técnicamente punteros, como los sistemas autocatalíticos o los modelos informáticos de autómatas autoorganizados. El espectáculo será fascinante, y la batalla durará tiempo. Pero al cabo la realidad vencerá.
Así sea.

sábado, 4 de octubre de 2008

La estupidez darwinista sobrevive, pero mal.


Las bacterias vivieron y sobrevivieron durante tres mil millones de años sin evolucionar, o puede que evolucionaran pero dentro de un orden y de su membrana, sin exhibiciones, sin hacerse más grandes ni pluricelulares, ni siquiera eucariotas, que un día después de tantísimo tiempo se asociaran y comenzaran a adquirir ojos, patas y columna vertebral y la Tierra se llenara de animales es fácil de explicar científicamente como hacen estos señores tan serios que se horrorizan de los desvaríos creacionistas: se hicieron más aptas y adaptadas y se reprodujeron más aprovechando los errores o cambios aleatorios en la copia del genoma y llegaron a ser un elefante o una almeja. ESA es la explicación científica, no hay otra, y pretenden que personas humanas supervivientes, con su corazoncito y su cerebro se traguen esas estupideces, y a veces lo consiguen hablando en nombre de la Ciencia. Si se les muestra que el unicelular procariota del que descienden todos los animales, es más apto y adaptado se mire como se mire y se reproduce más rápido que las almejas, los sabios permanecen en silencio o gritan: ¡Creacionista!
Se desesperan cuando la mayoría siguen sin creer en relojeros ciegos y en la presciencia del azar, pero también les hace sentirse más listos y científicos ligeramente incomprendidos.
Sí, el Emperador está desnudo y aunque la mayoría calle para que no le tachen de estúpido, los estafadores están realmente histéricos, porque ya se ha oído el grito y ellos reclaman seriedad, pero la carcajada comienza a oírse y seguirá aumentando ya sin posible vuelta atrás, los historiadores del futuro discutirán sobre las causas de semejante desvarío colectivo ¿ Cómo fue posible que sabiendo ya bastante biología pensaran que la vida es producto del azar? Y olvidarán la la inexorable ley científica que explica este, y otros que vendrán:

Cada día que amanece
el número de tontos crece
Y que la estupidez que se tiene por científica es más sólida, más consistente y persistente que otros tipos de estupidez.
Esa credulidad infinita de los darwinistas que asombra a quién contemple la escena desde fuera se entiende viendo un elefante, tan adaptado, con su rabo para espantar parásitos, con su trompa, con su gruesa piel de paquidermo tan útil, con sus patas, siempre apto y adaptado, como el mosquito y la almeja, el pingüino y el olmo, todos reproduciéndose incluso los darwinistas, aunque estos menos últimamente, y otros vendrán que inadaptado me harán.